El Pequeño Vampir en la peli de terror, reseña en la Revista Literatil

Miguel es un cagueta, un cagueta de los de verdad, por eso cuando su yayo le propone ir al cine a ver una peli de terror, no le queda más remedio que pedirle a su mejor amigo que les acompañe porque jamás admitirá delante del abuelo que en realidad le dan miedo esas películas. Esta en concreto es una peli de zombis, no, no, peor: ¡es una peli sobre zombis nazis! Por suerte, su mejor amigo acepta ir con ellos y eso que para él no es cosa fácil salir durante el día porque el mejor amigo de Miguel se llama Vampir y es un vampiro.

La película se le hace interminable a Miguel, que lo soporta porque con Vampir se siente acompañado, pero el mal trago no se va a acabar ahí porque del miedo que ha pasado, las pesadillas por la noche son inevitables: los sueños se le llenan de zombis con acento nazi que, para colmo, en su cabeza aparecen como seres enormes, además de vistosos y asquerosos, claro. Miguel intenta por todos los medios sacar a esos monstruos asquerosos de su sueño y al final lo consigue abriendo una puerta por la que salen. Lo que en ese momento no sabe es que los pringosos zombis han salido de su sueño para ir a otro sitio…

Esta divertida historia narrada en primera persona por el pequeño Miguel («un pardillo de quinto curso un poco rellenito», en sus propias palabras) mezcla la ternura y la inocencia de este entrañable personaje con pequeñas dosis de ironía y alguna que otra crítica a la estulticia vergonzante del ser humano. 

El pequeño Vampir en la peli de terror nos recuerda que la magia del cine y la imaginación de un niño no tienen límite y también que, a veces, viene bien estar preparado y tener amigos con los que contar, por lo que pueda pasar…

Reseña publicada en Revista Literatil.